Aquí está la continuación de la Parte 1, en donde hablaba de los personajes principales y la importancia de la evolución que siguen en la serie. Os recomiendo echarle un vistazo para seguir con la segunda parte a partir de aquí.
Parte 2: El Buffyverso
Un aspecto que me gusta destacar cuando
hablo de series que considero buenas es el concepto de “universo”, es decir, el
de aquellas series que saben crear su propia mitología de manera que no son
simplemente un grupo de personas a las que meter en una situación cualquiera a
que hagan cosas. Las mejores series tienen universo, un contexto, una
ambientación en donde el propio entorno se convierte en un personaje más. Y no
es necesario recurrir a series de ciencia ficción o fantasía para comprobarlo, ya
que, sin ir más lejos, Breaking Bad se lo ha sabido crear magníficamente con
referencias como Los Pollos Hermanos, el osito rosa de peluche, la
metanfetamina color azul, el desierto, Heisenberg... (Sus fans entenderán
perfectamente el concepto de mitología con estas pinceladas). Buffy Cazavampiros
nos presenta uno de los universos más ricos de la historia de la televisión, que
llega a abarcar dos series (la de Buffy y su spin-off Angel), comics, novelas y
hasta una película que antecedió al fenómeno, pero de la que Joss Whedon renegó
tras perder el control por presiones externas y ver en lo que habían convertido
su idea original (y no me extraña, porque es mala de cojones).
El Buffyverso es un mundo
ficticio donde lo sobrenatural convive con lo humano y traza continuos puentes;
un mundo que, de muchas maneras, fue precursor de lo que vendría después con
series como Lost, por ejemplo. Este mundo está lleno de tensiones entre las
fuerzas del bien y del mal, construido de una manera extensa y continuista, de forma
que personajes que aparecen en las primeras temporadas pueden volver a aparecer
y convertirse en principales, dar giros en la trama e ir y venir sin que el
núcleo de la serie se resienta. Se retoman temas, se recuerdan sucesos de
temporadas anteriores y los personajes se enfrentan a aquello que han dejado en
su pasado o a lo que se les avecina en el futuro de una manera natural. Es
decir, se enfatiza la evolución y la coherencia, de manera que si algo ha ocurrido
hace dos años, no se va a dejar ahí como parte del pasado sin más, sino que va
a servir de propósito a la evolución del personaje en cuestión, integrándolo en
él e impidiendo que este actúe “fuera de su propio personaje”, que es algo que ocurre
en otras muchas series de televisión (y da una rabia que no veas).

Así, a lo largo de sus siete
temporadas en televisión, el universo de Buffy Cazavampiros crece, se torna
cada vez más adulto, analizando las profundas dicotomías de la naturaleza
humana, los matices entre el negro y el blanco y expandiendo una mitología con
tintes de leyenda que nos hace sumergirnos de lleno en la historia.
Podéis pasar a la Parte 3 y Parte 4, que el rollo sigue.
Podéis pasar a la Parte 3 y Parte 4, que el rollo sigue.