Oficialmente no. El creador de
The Big Bang Theory, Chuck Lorre, se ha encargado de dejarlo claro en unas
cuantas ocasiones. Pero si analizamos su comportamiento, es bastante evidente
que presenta una cierta sintomatología que se podría encuadrar dentro del
espectro autista y que es, específicamente, muy descriptiva para lo que se
conoce como síndrome de Asperger.
Las características más obvias al
respecto se observan en situaciones de interacción social. Es altamente inusual
que Sheldon muestre signos de empatía hacia otras personas (volveré sobre esto
un poco más adelante), lo que lo conduce a una escasa sensibilidad emocional
con los sentimientos ajenos, limita sus relaciones interpersonales e implica
problemas comunicativos. Si sois de los que seguís la serie, todos tendréis en
mente esa escena en la que Leonard escribe “Sarcasm” en un folio para hacer
saber a Sheldon que no se tiene que tomar determinadas expresiones al pie de la
letra porque son solamente bromas. La literalidad en el uso del lenguaje es
otro de los comportamientos más comunes del Asperger, de ahí que no entienda
los matices, ni la ironía, ni los dobles sentidos. En realidad, todo lo que se
refiere a la dificultad para seguir determinadas convenciones sociales es una
constante en el comportamiento de Sheldon. Es brutalmente sincero (lo que no
implica maldad, sino falta de comprensión en cuanto a los estándares de
comunicación) y tampoco muestra atención por temas que impliquen algún tipo de
relación o interés social.
Sheldon prefiere la soledad y el
desarrollo de temas que verdaderamente le apasionen, tan divergentes como
trenes, banderas, superhéroes o la Teoría de Cuerdas en el campo de la física
teórica. No es para menos con un cociente intelectual de 187. Y aquí hay que
hacer una puntualización, ya que existe una especie de mito urbano que
correlaciona el síndrome de Asperger con la superdotación intelectual. Es
completamente falso. Hasta el momento no se ha encontrado ninguna prueba al
respecto y se considera que los pacientes con síndrome de Asperger se
encuentran, por norma general, en un intervalo de inteligencia normal. Lo que
ocurre es que, debido a la elevada atención que invierten en temas muy
específicos, pueden llegar a desarrollar competencias asombrosas en algunas
áreas de conocimiento. Es decir, el interés por algo en concreto hace que se
focalicen intensamente en ello y acumulen la mayor cantidad de información
posible al respecto. El propio Sheldon ha mencionado en la serie que posee
memoria eidética, esto es, fotográfica; lo que sin duda redunda en una mayor
facilidad para llevar a cabo esta conducta. En resumen, ni una persona con
Asperger tiene que ser necesariamente inteligentísima, ni una persona
inteligentísima tiene por qué presentar un trastorno de conducta que afecte a
sus habilidades sociales, como popularmente se cree a veces.

Dicho
esto, tal vez oficializar el síndrome en Sheldon no fuese una opción del todo
acertada. Ya hemos dicho que lo han negado por activa y por pasiva, y es que es
obvio que caracterizarlo de esta manera restringiría mucho los comportamientos
del personaje y podría llevar a ciertas controversias y malentendidos si no se
hace una representación adecuada del trastorno. Especialmente si tenemos en
cuenta que la evolución de Sheldon (sobre todo en las últimas temporadas) se ha
ido alejando del Asperger y que cada vez es capaz de mostrar mayor empatía y
afecto (va y viene por momentos) e, incluso, realizar bromas en un tono más
sarcástico, lo cual rompería con el diagnóstico.
Mi teoría es que, tomando como
punto de partida este trastorno, han elegido varios de los rasgos que más jugo
les podían dar a la hora de explotar la comicidad de ciertas situaciones.
Tampoco es seguro que hayan querido hacerlo conscientemente, pero el número de
evidencias es abrumador. Sin embargo, caeríamos en un error si tomásemos como
ejemplo paradigmático a Sheldon Cooper y siempre generalizásemos su
personalidad a la realidad del Asperger, ya que en ocasiones se despega de sus
características más elementales. Lo que está claro es que The Big Bang Theory
es una sit-com bastante típica, que se basa en estereotipos muy marcados a
nivel de caracterización. Que extraoficialmente Sheldon Cooper se pueda incluir
en este cuadro clínico es interesante, sobre todo porque la reacción de la
audiencia es muy positiva y esto contribuye a una mayor visibilización. No
sabemos si el personaje realmente está concebido de esta manera, pero a la hora
de afirmarlo o negarlo convendría tener en cuenta estas consideraciones.
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